IGORs

lunes, 24 de agosto de 2009

NUEVOS INQUILINOS "Pequeños inconvenientes" (Séptima entrada)


-Pero habrá alguna manera de acabar con ellos- suplicó Klaus al borde del pánico.

-Lo descubrí cuando los animales del laboratorio se escaparon, el frío altera sus hábitos, las vuelve más voraces, la infección acaba con la víctima en una quinta parte de lo normal, y no sólo eso, una vez que terminan con todo el alimento se matan entre ellas, cuando ya no tienen ni compañeras que devorar comienzan consigo mismas.

-Entonces estamos salvados, esta nevando y es de noche, en estas condiciones de frío tan extremo ellas morirán.

-Por suerte estás casi en lo cierto.

-¿Casi?- pregunté esperando el pero.

-Todas las que están en los cuerpos infectados en el exterior morirán esta noche, Pero tenemos un problema en el interior de la base. Allí el calor esta a tope para ralentizar los efectos de la plaga, intentan encontrar una cura, pero sólo prolongan lo inevitable.

-¿Intentan encontrar una cura?, ¿no eras el último superviviente?

-Los de ahí dentro están ya muertos, sólo que no lo aceptan, ponen en peligro a toda la población con tal de salvarse. Tenemos que volar las instalaciones, es la única forma de detenerlas.

-O sea, sólo tenemos que entrar, saludar a los de dentro y poner en marcha la autodestrucción de la base- ironizó Antón.

-Algo así, aunque los de dentro tienen las órdenes de infectar y neutralizar a todos los que entren. El capitán está horrorizado con la idea de la muerte y se agarrará a un clavo ardiendo con tal de salvarse, lo que se niega a asumir es que un vez entran en tu cuerpo, ya no tienes futuro.

-¿Cuánto tiempo les queda de vida?- pregunté.

-Tienen el cerebro medio comido, sólo recuerdan que tienen que mantenerse vivos y neutralizar a todo el que esté sano. El problema es que están a más de cuarenta grados, con lo que podrían sobrevivir otro día entero antes de caer en estado vegetativo.

-¿Y por qué no esperamos o les quitamos la energía?- sugirió Klaus.

-Lo de esperar queda descartado, eso pensé yo y al poco llegasteis vosotros. Cuanto más tiempo pase, mayor riesgo de que lleguen refuerzos a la base y se nos vaya de las manos. Hay que contenerlo ahora que podemos. Respecto a lo de dejar la base sin energía, es imposible desde fuera, es autónoma, los generadores de energía están en el penúltimo piso y es lo que utilizaremos para volarla por los aires.

-¿Volarla será una buena idea?, acaso no parece venirles bien el calor, puede que el fuego las vuelva peores- había que evitar empeorar más aún la situación.

-Hay varios sistemas de autodestrucción, dependiendo de las resistencias de la entidad investigada. Aseguraos de introducir las claves para “visita de papa Noel”, eso estallará una bomba de nitrógeno, bajarán las temperaturas a menos cien grados en pocos segundos, provocando una gran explosión interna y congelándolo todo a su paso.

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