IGORs

lunes, 24 de agosto de 2009

NUEVOS INQUILINOS "Pequeños inconvenientes" (Decimotercera entrada)


Me giré a tiempo para ver como un infectado se abalanzaba sobre mí, era rápido y parecía sediento de sangre. Pude oler su pútrido aliento mientras pensaba que me había llegado el final, pero en ese mismo momento apareció Klaus placándole en el suelo.

-Rápido, acaba con el- gritó Klaus forcejeando con ellos en el suelo.

Cogí la pistola y le volé la cabeza, sólo que esa vez unas gotas salpicaron a mi compañero.

-¡Dios, no!, te has infectado, no tenías que haberle placado.

-No pasa nada, ya me infecté abajo- di un salto atrás en cuanto le oí. -Tranquilo, he visto lo suficiente como para no querer una plaga a nivel mundial, más rapido o más despacio, me están devorando por dentro, lo noto, sólo quiero acabar con esto y morir.

Me informo de que había limpiado el piso inferior, le infectaron casi nada más llegar, así que cogió un fusil y acabó hasta con el capitán. Me dio los códigos y se plantó frente al ascensor.

-Termina lo antes posible, luego me quedaré para que nadie cancele la autodestrucción.

-¿No estaban todos muertos?

-El capitán era un saco babeante, su tronco doblaba el ancho normal de un hombre y la cabeza, que se unía con los hombros como si no hubiera cuello, parecía un saco que contuviera una decena de serpientes en su interior, aún muerto su cuerpo no paraba de retorcerse bajo la piel. Por lo visto, de los que quedaban era el que más tiempo llevaba infectado. Además, se rodeó de calor extremo desde que se contagió. No sé cómo puede haber afectado eso a los jodidos monstruitos, pero preferiría morir antes de descubrirlo.

-Eso está hecho- dije marchándome hacia el generador.

Encontrarlo fue fácil, en lo que tardé un poco más fue en encontrar el panel adecuado y la clave en la libreta del capitán. Cuando introduje los dígitos y lo activé, sonó como en todas las películas de espías y similares, una alarma y una voz iniciando una cuenta atrás de cinco minutos.

-¿cinco?, yo le puse media hora- dije en alto completamente sorprendido, ese jodido doctor no esperaba que saliera nadie de la base, tocaba correr cuando un brazo pasó casi rozándome la cara. Me giré para contemplar a Klaus, sin un brazo, acribillando una infinidad de tentáculos que salían del ascensor y parecían bloquear las balas sin sangrar lo más mínimo. Estaba tan liado con las claves que no oí el jodido ascensor llegar, tenía que salir lo mas rápido posible.

Aligeré lo más que pude y me planté tras mi compañero, tardé un poco porque me entretuve en recoger el extintor.

-Sube por las escaleras, en el séptimo piso podrás coger un ascensor para salir.

-¿Y cómo llego a las escaleras?

-Eso déjamelo a mí, ¿listo?

-Listo.

De repente, un fuerte ronroneo nos rodeó y Klaus levantó la motosierra que se había llevado Antón. Tras esto, se lanzó hacia el ascensor cortando todos los tentáculos que encontraba en su camino, una vez dentro debió de dar al cierre de puertas, ya que se cerraron y me dejó el camino libre, los chillidos de mi compañero me acompañaron hasta el séptimo piso.

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