IGORs

lunes, 24 de agosto de 2009

NUEVOS INQUILINOS "Pequeños inconvenientes" (Primera entrada)


Todo empezó como uno de los días más felices de mi vida, hoy era uno de esos en los que todo parece salir redondo, los padres de Marta, mi mujer, es decir, mis suegros, que llevaban varios meses apalancados en la habitación de invitados, se volvían a su casa en Madrid. La reforma había terminado por fin y esa misma tarde cogían un avión, bendito día.

Por si eso no fuera suficiente, me habían llamado del trabajo por una emergencia. A ver, era del servicio de rescate de alta montaña, con lo que cualquier llamada es una mala noticia. Pero yo solicité este destino hará cinco años, en mitad de la cordillera cantábrica, sólo por una razón, la reserva de conservación y reproducción del oso pardo.

Supuse que estando cerca y encargándome de la seguridad de esas montañas podría verlos regularmente, pero el acceso estaba altamente restringido. En todo el tiempo que llevaba allí, era la primera vez que iba a visitarlos, estaba pletórico.

Aunque la emoción me inundaba todo el cuerpo, no podía evitar estar preocupado. La llamada de auxilio se había realizado desde el centro de conservación, que por lo que sabía estaba muy bien equipado. Además, la comunicación se cortó antes de especificar el problema y los sucesivos intentos de contactar con ellos fueron inútiles, así que se había llamado a todo el personal.

Yo y mis tres compañeros del helicóptero subiríamos primero, los equipos de los dos todoterreno esperarían noticias del equipo aéreo y servirían de apoyo. Antes de subirme al helicóptero, llamé a mi mujer, que estaba en el aeropuerto dejando a sus padres. Tras un rato de conversación empalagosa, le informé de la situación, esta vez no iríamos juntos en el helicóptero, ya que teníamos que salir lo antes posible, ella estaría en el equipo de apoyo. Por alguna extraña razón, me tranquilizó el hecho de que se quedara en la base.

Me había costado convencerla de que no había otra solución y aún así, sólo lo conseguí tras prometerle siete veces que tendría cuidado. nos conocimos en los cursos de salvamento aéreo, desde entonces no nos habíamos separado más que dos veces, siempre nos fue bien juntos. De esas dos veces, una estuve con pulmonía y no pude acompañarla, la otra vez fue un desastre. Rubén, uno de mis compañeros, llevaba raro varios días, cada vez más, estaba obsesionado con que algo lo seguía, algo que no era capaz de ver.

Ese día temblaba continuamente, no paraba de repetir que lo había visto, que no tardaría en venir por él y le mataría por descubrirlo. Todos los demás se reían, pero yo sabía que no era una alucinación, sus ojos mostraban un miedo que no eran capaces de contener, algo iba a ocurrir y no podía dejar que Marta estuviera cerca, así que convencí a mis compañeros para salir antes de que ella llegara.

En pleno vuelo algo chocó repetidamente con las paredes exteriores del helicóptero, luego colisionó con la hélice y dobló el eje, nos precipitamos a tierra. Rubén salió despedido de la cabina y nunca volvimos a verlo, la nieve amortiguó la caída, pero el resto de compañeros murieron en el accidente. Los que no murieron en el choque sucumbieron al frio extremo, yo, por mi parte, perdí tres dedos del pie derecho por congelación. Los equipos terrestres, al mando de Marta, me salvaron más muerto que vivo. Pero ambos sobrevivimos. Sólo espero que esta vez no se me acabe la suerte.

Revisamos el equipo y el helicóptero se elevó camino de la reserva, hacía un día muy luminoso, sin duda alguna iba a poder disfrutar de unas vistas excepcionales. Por desgracia, así fue.

Al poco de entrar en el perímetro vallado de la reserva, comenzamos a ver animales muertos por todas partes, pájaros, roedores… toda la fauna de la zona parecía haberse puesto de acuerdo para morir el mismo día, cada vez pintaba peor la emergencia. Por razones de precaución, nos pusimos las máscaras antigás que llevábamos en el equipo, todavía no sabíamos que las máscaras no nos servirían para nada.

2 comentarios:

  1. Pone "los que murieron en el choque sucumbieron al frio extremo" no los quieras matar bien muertos como a las cucarachas.
    Ya veo que has cambiado lo del oso...
    Esta bastante bien, pero no deja de ser una de zombies tipo resident evil y a mi no me van mucho.

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  2. Ya ta arreglado, muchas gracias. El genero zombis me gusta, y quería hacerle un pequeño homenaje.

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