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miércoles, 18 de noviembre de 2009

NUEVOS INQUILINOS "Lo de dentro" (Tercera entrada)


No sé quién será, si se llamará así o usará un alias, pero encendió una luz en mi momento más oscuro y siempre le estaré agradecida. Según la carta que me dejó en la habitación, pertenecía a una organización que se fundó hace décadas para evitar grandes desastres en el mundo.

En la carta se me advertía de extraños sucesos que apuntaban hacia la existencia de algún tipo de complot por parte del señor Ricard. Por lo visto, todos los robots que se habían vendido en todo el mundo provenían de cuatro de los cinco complejos industriales creados y diseñados para la construcción de los “Thanos III”.

Las cinco fábricas funcionaban al cien por cien, todas tenían el mismo número de empleados, consumían cantidades similares de energía, piezas y suministros de todo tipo, pero sólo cuatro de ellas vendían su producto al mundo.

El complejo situado en el norte de África, el primero en crearse, cuna del imperio de Ricard, permanecía en unas supuestas reparaciones constantes, alegaban que estaban siendo constantemente saboteados.

En la carta se hablaba también de un dato del que ya me había dado cuenta, aunque no supiera donde encajarlo, las defunciones por causas naturales habían aumentado en el último medio año un treinta por ciento, siendo una gran cantidad de ellas acaecidas a personas subscritas a la cláusula 13021.

Estos y otros datos me llevaron a ir sola a la habitación de otro motel, como me indicaban al final de la carta. Allí, tras media hora pensando que alguien se estaba riendo de mí, recibí una llamada de Lázaro.

En la conversación me remitió a un código postal en el que podía recoger un pen drive con datos que corroboraban los informes que me habían adelantado, además de información que todavía desconocía.

Cuando abrí el sobre una breve carta cayó al suelo, en ella se me instaba a no enchufar el pen drive, ni realizar investigaciones en ningún ordenador conectado a internet. Habían podido confirmar que el señor Ricard había creado en los últimos años estrechos lazos entre su compañía y las grandes empresas de desarrollo de sistemas informáticos. De repente, parecía haberme convertido en una especie de Matahari.

Tras analizar los datos e intercambiar varias cartas con Lázaro descubrí por fin el porqué de que me eligieran, necesitaban a alguien interesado personalmente en desenmascarar a la compañía Thanos. Además, que esa persona estuviera preparada para adoptar otra identidad, siendo creíble y sabiendo moverse para recabar información. Por último, necesitaban que fuera alguien con contactos dentro de los medios de comunicación, pero no tan conocida como para que la reconozcan. En definitiva, me buscaban a mí.

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