IGORs

lunes, 16 de febrero de 2009

La Expedición -1-


EDIT el 2 de Abril del 2010: Esta es la versión "antigua" recientemente he reescrito esta parte y estoy pendiente de terminarlo, lo subiré una vez terminado y corregido.
Atentamente: Lobo

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La Expedición, Entrada 1

Seguro que alguien se pregunta porque escribo esto ahora, tras tantos años… suponiendo que alguien llegue a leerlo por supuesto, la respuesta es fácil, tras todo este tiempo de angustia y sufrimiento no me quedan fuerzas, ni siquiera la vida sosegada que he mantenido después me ha servido de nada, nadie creyó la información que traje y me convertí en el hazmerreir de los círculos ilustrados, las pesadillas me acosan noche tras noche y finalmente ya sé que tengo que hacer, y el primer paso es escribir al pie de la letra todo aquello que sucedió.

Todo empezó hace unos doce años, era historiador, había alcanzado cierta reputada fama con un estudio sobre las culturas antiguas del norte europeo especializándome en las culturas celta y escandinava, y en el año 1852 entre a formar parte del museo de historia de Londres a mis veintidós años, siempre fui un tipo tranquilo poco aventurero, y esa vida sosegada y monótona no era absolutamente ningún problema para mí.

Tras cinco años de leal servicio un día el jefe del museo reclamo con urgencia mi presencia en su despacho, al llegar allí me encontré a un hombre bien vestido y con un monóculo en su ojo derecho, se notaba mayor aunque de regio porte, tenía unos gruesos bigotes que se unían a las patillas muy a la moda entre los nobles y caballeros del norte de Europa, rondaría el metro setenta y aunque no muy ancho se le notaba fuerte y duro, tenía un rostros surcado por las marcas que dejan las inclemencias en el rostro de los viajeros, junto a él había un enorme hombretón que debía rondar una edad más o menos similar, de al menos metro noventa, muy ancho de espaldas y con una gruesa musculatura, tenía una prominente barba pero una total calvicie en la cabeza su barba era negra con vetas blancas provocadas por ya no pocas canas, al contrario que el hombre del bigotón este no iba bien vestido parecía el típico obrero que coge lo primero que pilla a mano en el armario, camisa a medio abrochar, pantalones beis normales, nada a destacar. Pero quizás lo que más me inquieto de la escena era la mirada de circunstancias que tenía el director del museo.

- Albert- dijo dirigiéndose a mi- Este es el duque Schulder, un ilustre noble alemán e importante contribuyente a nuestro museo- El hombre de los bigotes me dedico un leve saludo con la cabeza, al ver que nadie tenía intención de presentarme al gigante que le acompañaba deduje que se trataría de algún tipo de guardaespaldas o sirviente- El duque me ha pedido amablemente que le ponga en contacto con nuestro mayor entendido en culturas antiguas de la zona irlandesa, sobre todo estaba interesado en el periodo céltico y anterior- Esto me dejo algo impactado.

-Con todos mis respetos, del periodo pre céltico en la zona irlandesa no se tiene prácticamente ninguna afirmación mas allá de las obviamente inexactas leyendas celtas- Nadie dijo nada- Si asumimos que los formorianos son un mito como es obvio, los celtas fueron la primera cultura en colonizar la isla exceptuando a pequeñas tribus prehistóricas de la edad de bronce y periodos anteriores- Todo esto lo dije desde la absoluta seguridad de saberme una de las mayores autoridades en dicho tema.

-Ciertamente buscamos a alguien como usted para que nos ayude en un pequeño proyecto personal- La voz del duque era potente y con un fuerte acento alemán y quizás ligeramente ruso pues arrastraba considerablemente las erres.

-¿Qué tipo de proyecto?- me apresure a preguntar

- Una expedición- Lo dijo de manera tajante y se cayó, espere un poco por si decía algo más, pero nadie hizo el menor amago por hablar.

-¿Qué tipo de expedición y a donde?- Mi pregunta tardo unos instantes en ser contestada.

-Al norte- Concluyo tajante el noble

Ese estilo de información, a cuentagotas, era bastante desquiciante, a fin de cuentas venían a pedir mi ayuda.

-Sin más información no pienso moverme de mi cómodo lugar de trabajo- mi aseveración sonó bastante segura, pero lo cierto es que ardía en curiosidad.

-Mucho me temo que la situación es más complicada mi amable amigo británico- El rostro del noble germano seguía impasible- Soy de los mayores contribuyentes de este museo, y tengo cierto poder sobre las decisiones administrativas que se tomen aquí, como por ejemplo que le expulsen de su puesto de trabajo si se niega a acompañarnos- Su voz permaneció fría e impasible en todo momento.

No podía creerme eso, esa afirmación me dejo el alma por los suelos, hice alarde de toda mi flema británica manteniendo el rostro impasible pero por dentro sentía como si una bola de hielo se hubiese acomodado en mi estomago.

-¿Es eso cierto Louis?- Mientras dirigía esta pregunta al director no pude evitar un leve tartamudeo.

-Por desgracia si, así es. El rostro apesumbrado del director no calmaba mi mal humor interno

-¿Al menos puedo saber a dónde nos dirigimos y con qué motivo?- pregunte inquisitivo al duque.

-Siento defraudarle pero no, se trata de una misión personal y no puedo permitir que nadie se me adelante ni que salga información más allá de los integrantes de la expedición, si está interesado en formar parte de este descubrimiento y seguir cobrando sueldo le recomiendo que se reúna conmigo en el apartamento que tengo alquilado a las doce de esta noche, aquí tiene la dirección- Según terminaba de hablar extendió hacia mi una tarjeta con una dirección- Ahora si me disculpan he de visitar a unas cuantas personas más, buen día señores- Dicho esto salió por la puerta seguido de cerca por el gigantón que le acompañaba, y yo me quede allí, derrumbado por dentro y con esa tarjeta en la mano.

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