IGORs

martes, 6 de enero de 2009

Anotaciones de historia antigua. El génesis II

"Ramuk, en sus principios, se mostró como el consorte ideal, pero el día que por su voluntad Artema creó vida, todo cambió. Aquel día, Ramuk quedó cegado por ese hecho, y desde entonces estuvo más cautivado por su poder que por ella misma. Una extraña sensación de vacío se adueñó de él, Ramuk descubrió que no volvería a ser feliz hasta que ese poder fuera suyo. Consciente de que la mayor parte del poder de Artema serviría para crear los cuatro planos, se hizo la promesa de que él y nadie más los dominaría.
Mientras que sus hermanos revoloteaban de una a otra hermana, tratando de decantarse, Shinyu, el menor de los cinco hermanos, quedó prendado de Aseslea desde el principio, y aunque sus cuatro hermanos eran mayores y más poderosos, él nunca perdió la esperanza de unirse a ella.
Con el pretexto de aconsejar a sus hijos, Ramuk ordenó a los cinco varones que acudieran raudos a su presencia. Shinyu, absorto en la contemplación de Aseslea, se retrasó y fue el último en llegar. Sus hermanos, conocedores de su gran atracción por Aseslea, se mofaron de él, y le informaron de que por ser el último en aparecer, sería también el último en comparecer ante su creador, y por lo tanto, ya que ellos suponían que era el día en el que elegirían compañera, Shinyu quedaría sólo como acompañante de su hacedores.
Un golpe se oyó y la puerta que conducía a los aposentos de Ramuk se abrió. Todos se miraron y Pírito se adelantó.
-Es mi turno,- informó al resto -y como soy el primero, pediré a padre que me una con Agnea. Sin duda alguna, nos hicieron para estar juntos- dicho esto se volvió y entró en la sala, la puerta se cerró tras él.
Poco después, sonaron dos golpes y la puerta se volvió a abrir, esperaron un poco pero nadie salió y Alosus se levantó.
-Debe ser que le toca entrar al siguiente,- una sonrisa se esbozó en su cara -y ese soy yo, sin duda, padre no tendrá objeciones a mi enlace con nuestra hermana Sofox. Está claro que cuando la concibieron estaban pensando en mí- se giró con desdén y entró. Tras él, la puerta volvió a cerrarse.
Tres golpes sonaron esta vez, la puerta se abrió y como antes sucediera, nadie salió. Parso fue entonces el que se adelantó.
-Kalea, allá voy- susurró empezando a acercarse a la puerta -no dudéis en ir a visitarnos, estaremos...- Fue todo lo que oyeron, ya que la puerta ya se había cerrado tras él.
Cuatro golpes fueron los que sonaron tras un breve silencio, Imnus se incorporó mientras la puerta se abría y miró de soslayo a su hermano, como temiendo que se adelantara a él.
- Más suerte la próxima vez hermano, Aseslea ya estará esperándome-dijo medio resignado, él hubiera preferido a Kalea, pero su hermano Parso se le había adelantado, por suerte todas sus hermanas eran bellísimas, pensó el.
Un sentimiento de rabia e impotencia empezó a crecer hasta dominarle, si su padre le decía que sí a su hermano, su sueño jamás se haría realidad. El sonido de la puerta al cerrarse fue el detonante, de un brinco se plantó en mitad de la sala, mientras la palabra “no” rugía fuera de su boca, llenando la sala y retumbando fuera de ella. Al momento estaba balbuceando negativas y luchando por abrir una puerta, que parecía sellada.
Convencido ya de que jamás podría abrirla, se desplomó de rodillas y escudriñó el interior por una pequeña fisura entre las dos hojas. Al principio no apreció más que formas de color y sombras, pero poco a poco, su vista se aclaró y fue testigo de la dantesca situación. Ramuk, su padre, había devorado ya más de la mitad del cuerpo de Imnus, la sangre de sus hermanos bañaba el suelo y escurría por las paredes.
Ramuk se había hecho enormemente poderoso al devorar a sus hermanos, y la cabeza inerte de su última víctima se precipitaba ya dentro de sus fauces. Con la encharcada manga se escurrió la sangre de la cara y una expresión de satisfacción se dibujó en su rostro, se acercó a una mesa que se hallaba en el centro de la sala y recogió una maza cubierta de sangre, la alzó sobre él y la descargó contra la mesa, sonando el primero de los cinco golpes que abrirían la puerta y reclamarían al quinto hermano. "

No hay comentarios:

Publicar un comentario